A principios de esta semana, Courtney Love publicó un artículo de opinión en The Guardian, llamando al Salón de la Fama del Rock and Roll por su historia de vigilancia sexista. Esto sigue a las quejas hechas por Alanis Morisette sobre un ambiente de producción sexista en la ceremonia del año pasado. Muchos artistas que han sido incluidos en el Rock Hall son indiferentes o activamente críticos con la institución. Todd Rundgren lo ha llamado una "estafa", y aunque Philip Selway puede tener una opinión diferente, dijo mucho cuando Thom Yorke y los hermanos Greenwood no asistieron a la inducción de Radiohead. Jann Wenner, quien cofundó el Salón y lo presidió durante años, también se ha convertido en un crítico vocal.
Chrissie Hynde de Pretenders se encuentra entre los que no tienen respeto por el Rock Hall. En un mensaje publicado hoy en Facebook, presumiblemente en respuesta al artículo de opinión de Love, Hynde declaró que solo asistió a su propia inducción en 2005 para hacer felices a sus padres. Hynde continúa diciendo: "Aparte de la participación de Neil Young en el proceso de inducción, todo fue, y es, una tontería total. No tiene absolutamente nada que ver con el rock 'n' roll, y cualquiera que piense que lo tiene es tonto".
